¡Una obra es una obra! El jefe era joven, bajito y rubio, y los trabajadores eran todos negros grandes, con todo lo que ello conlleva. No me extraña que estando sola todo el día en la oficina, esta chica se aburriera. Mirando desde la ventana, a los hombres sudorosos y musculosos, al final del día ella simplemente "
Vaya, qué grandes strippers, saben cómo excitar adecuadamente al cliente. Sí, es un placer verlas. Que mamada tan enérgica y excelente saben hacer, la polla del hombre acaba de disparar semen de placer.